Existen variados métodos para el estudio, cambios de conducta o para fomentar la disciplina. La economía de fichas es creada con el fin de motivar, guiar y mejorar diferentes aspectos y faciliten el aprendizaje. Es muy similar a un juego sin embargo se debe dar la total seriedad a su aplicación.
La economía de fichas es una destreza psicológica para la modificación de una conducta que resulta de gran utilidad cuando se trabaja con niños por su carácter pedagógico. Está basada en los principios de condicionamiento operante, una habilidad que consiste en establecer un método en el que el niño, joven o adulto gane puntos o fichas por comportarse de una determinada manera.
Estas fichas pueden cambiarse más tarde por un premio mayor, se usa como moneda y da un sentido de confianza. Se puede acordar con quien usa el método, si consigue un determinado número de fichas o puntos, podrá acceder a un objeto, juguete o detalle que desee.
También en el proceso de la economía de fichas no realizar una función o dejar de hacerlo equivale a no ganar la ficha necesaria incluso a un descuento de las mismas. Se usa por lo general un tablero donde se colocan los días y aspectos y así ver el progreso.
¿Cómo se hace la economía de fichas?
Es necesario aplicar este método de la mejor manera, la implantación de una economía de fichas conlleva a cumplir varias normas. Se ha mencionado que se trata de una técnica psicológica y, por lo tanto, debe hacerse de la mejor manera, para lograr la modificación de conducta.
Hay variados estilos y tipos de economía de fichas que son aplicables atendiendo las condiciones, características y factores del individuo. Es esencial que se tenga en cuenta este tipo de elementos porque un mismo método no funciona si se busca mejorar o cambiar diversos aspectos conductuales en personas diferentes.
En otro orden de ideas, es necesario establecer una línea base a fin de obtener datos cuantitativos que avalen la eficacia del programa puede ser un valor a cada ficha 1, 2,3, dependiendo del nivel de dificultad.
Se debe llevar un registro de la frecuencia donde llevan a cabo las conductas objetivo en ausencia de intervención. Los datos conseguidos, son esenciales para cotejar con el comportamiento durante la implantación del programa y evaluar el desarrollo.
Por último, se debe diseñar de manera absoluta y atendiendo a todas los cambios que puedan interceder en el adecuado funcionamiento del programa.
¿Cuándo se aplica la economía de fichas?
Tiene diversos usos bien sea para mejorar el comportamiento de un niño, dejar un vicio o mejorar la disciplina en algún aspecto que necesitamos con urgencia. Esta técnica no solo es usada en niños, sino también en deportistas, adolescentes y adultos en virtud de cambiar conductas que les resultan negativas o poco motivadoras.
Para aplicar de manera adecuada considere los siguientes aspectos
-Definir los objetivos o metas, atendiendo el comportamiento que presente y las condiciones que se deseen instaurar o reforzar. Hay que seleccionar pocos aspectos a cambiar de manera específica y precisa.
-Debe elegir el tipo de fichas animalitos, estrellas, caritas sonrientes, que desea utilizar.
-Decidir qué reforzadores de apoyo o premios que se van a conceder y por cuántas fichas se van a canjear al cumplir con la meta pautada.
-Determinar quién supervisará el adecuado funcionamiento de la economía de fichas. Maestro, padre, madre, entrenador.
– Especificar las condiciones de canje, cuantos estímulos o fichas son necesarios para lograr un premio o meta. Estos se deben cumplir al llevar al objetivo para reforzar la motivación.
Usos y ventajas de la economía de fichas
Es un proceso comprobado que se ha ido reforzando en el tiempo. Es importante para una ejecución ideal definir el tiempo y los niveles de dificultades que deben ser relativamente progresivos.
Es determinante comprender que los cambios deben hacerse en uno o dos aspectos. Involucrar cambios en cantidades muy elevadas puede provocar frustración y dificultad de medir los avances. La ventaja implícita de este método es que se convierte en una especie de juego para el niño, un reto para un adolescente o una meta alcanzable para un adulto.
La aplicación de la economía de fichas puede y debe variar atendiendo a las dificultades, edad y procesos que deben llevarse a cabo. En el caso de los adolescentes es mantener el enfoque en el mismo con un seguimiento notorio y en los adultos fomentar la disciplina del mismo de manera individual.
También es un método que puede aplicarse a grupos, en el logro de metas conjuntas, ciertos niveles de ventas u obtención de ciertos propósitos para el conjunto.
Ejemplos de economía de fichas
Existen variados estilos y formas de pizarras para llevar un seguimiento de la economía de fichas. Describiremos dos ejemplos para ser mucho más específicos.
Para mejorar la comprensión lectora del niño:
Es un método fácil de usar para motivar y mejorar la comprensión lectora del niño asumiendo una meta diaria o semanal de determinadas lecciones fijando un horario y motivando la constancia del mismo. Elabora fichas que tengan un respectivo valor que pueda el niño en la semana o mes cambiar por un juguete o pasatiempo.
Eliminar un vicio en un adulto:
Puede de manera motivacional aplicar a un adulto quien no ha logrado dejar de fumar. Se puede hacer un tablero donde se indique como progresivamente va dejando de hacerlo, mientras menos cigarrillos consumen por día, podrá obtener fichas hasta ir obteniendo días en que no lo haga y así, contar con más fichas.
El premio en este tipo de procesos debe fijarse ciertas temporalidades cortas, medias y largas para una meta final que puede ser un par de zapatos, un viaje o ir a un partido de futbol.